jueves, 5 de septiembre de 2013
La entrevista.
martes, 27 de julio de 2010
Miss Simpatía
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domingo, 6 de junio de 2010
Necesidades heroicas
Alguien esta semana muy probablemente fue víctima de algún robo. Lo que nos da cólera e impotencia realmente es saber que por faltas de pruebas, leyes que favorecen mas al criminal con buena conducta que a la víctima no encontramos real justicia. Es por eso que la gente prefiere tomarse la libertad de hacerla valer. Pero no se puede hacer eso todo el tiempo, porque no es justo.
¿Te imaginas si existiera un superhéroe netamente peruano? Quizás llegaría un poco tarde a salvarte de la situación en que te encuentras. Tú sabes, la causa seria el tráfico de la Tomás Marsano, quizás el de Angamos, el de Caminos del inca, el de Canaval y Moreyra con la Vía Expresa, el de la Avenida Arequipa o el de Benavides. Otra razón podría ser que el Metropolitano al que subió sufrió un choque. Prefiere viajar ahí porque aun es gratis, obviamente ¿Qué peruano no prefiere lo gratuito? Aunque lo más probable y creible es que simplemente salió muy tarde a tu rescate.
Ese super héroe tendría que ser necesariamente de buena presencia y educación. Porque supongamos que la víctima de asalto que necesita ayuda es la señora Maria Cuchita Belaunde Deza de Makhlouf cuando salía de tomar un jugo de la Gran Fruta, en eso ve a alguien con un blin blin y pantalón ancho con las rodillas rotas que la saluda de “¡Habla Tía!” o un “¿Qué fue?”. Podría pensar que se trata de un secuestro al paso y que llegó el cómplice del choro. Aunque por experiencia con el Holandés asesino, ya no podemos confiar en nadie.
Lógicamente tendría que castigar muy cruelmente al criminal o choro cachimbo. Tiene que ser algo que deje a la víctima con una sonrisa. Algo como un super poder que al invocar al “pez weon” le cause la muerte al estilo de Tupac Amaru, que le meta un foco ahorrador por donde no le da la luz o sino que le ponga una camiseta de la U y lo tire así por alguna zona grone en la noche. El castigo puede ser más cruel si le das una “aceitada” o para la gaseosa a nuestro salvador por el favorcito. Algo así como los Fatality de Mortal Kombat.
Debería auxiliarnos cuando realmente necesitamos llegar a nuestro destino y estamos atorados en el tráfico de las 7:30am un día lunes. ¿Cómo hacerlo? Sencillo, llevándose al policía a tomar unas aguas y dejar funcionar el semáforo que haría un mejor papel. De ésta manera todos felices, hasta el mismo policía.
Pero lamentablemente no hay un super héroe, así que por mientras tenemos que contentarnos con los serenazgos y escoger bien al próximo alcalde de Lima. ¿Se Podrá?
domingo, 22 de noviembre de 2009
Ladrón que roba a ladrón
domingo, 25 de octubre de 2009
Entre locos y locas.
Recuerdo cuando tenía 15 años y subí al avión listo para 5 horas de viaje, tenía mis audífonos listos para escuchar mi música, tristeza por abandonar algunos familiares y felicidad por ver a otros. Me senté al lado del pasillo y a mi costado un extraño. Me hizo conversación cuando me saqué los audífonos por un momento para cambiar las baterías de mi reproductor de ese entonces. Entre preguntas que uno consideraría normales y diplomáticas para alguien que recién conoces, surgió un comentario del señor cuarentón. “No veo las horas de llegar a mi casa y aplicarme un enema para dormir relajadito” Mi mirada fue pasmada por unos tres segundos. Creí haber escuchado mal. Pero el señor luego me preguntó si yo solía hacer eso. Le dije que no, me puse mis audífonos fingiendo que estaba escuchando algo de música para de esa manera dejar de conversar con él. Qué tipo para más raro. Conversar sobre sus enemas con alguien de 15 años que recién conoces en un vuelo.
En todo el mundo hay gente extraña, un amigo una vez me comentó como anécdota que un cliente se acercó a su módulo para solicitar ser atendido por la máxima autoridad en la agencia. Como todo trabajador que sabe hacer su trabajo primero pidió una explicación más detallada del por qué tenía esa necesidad. Este señor miró a su alrededor primero y se acercó a su oído y dijo susurrando: “Es personal” dando una mirada queriendo sembrar el misterio y lo estaba logrando. Luego mi amigo convenció al misterioso hombre que revelara el hecho personal. Ahora el señor miró nuevamente a su alrededor debido a que podrían escucharlo. Y tocándose la cabeza con el índice dijo: “Aquí tengo el CHIP”. Estaba vez tenía una mirada seria, convencido que la noticia que acababa de dar haría que mi amigo corriera donde el superior a darle esa valiosa información. Pero mi amigo solo podía tener esa mirada de desconcierto ante tremenda huevada que decía. Le advirtieron que el señor estaba loco y siempre venia a la agencia. Que lo mande a la agencia principal nomás y le siga la corriente.
La psicología me parece muy interesante, de chiquito yo me acercaba a los locos de la calle y les hablaba. Mi mamá le tenía terror a los locos pero a mi me parecía curioso escuchar las incoherencias que decían. No sé si el loco era yo quizás. Solo sé que en la calle uno puede encontrar de todo. Como la viejita que no quiere que hablen por celular en las combis y si escucha que hablas te insultará. Si la ven la saludan de mi parte. Les dejo el video para que la reconoscan.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Almorzando
jueves, 10 de septiembre de 2009
Secuestro II
Estoy en la puerta de la comisaria de Miraflores. Llegué en un taxi escuchando radio Felicidad. Ya improvisaré mi relato ficticio de los hechos. Al entrar y querer denunciar el hecho un policía me preguntó donde fue el hecho. Le dije, por el Wong de la Aurora. Y me dijeron: “Ah entonces corresponde a la otra comisaría de Miraflores que está en Tomás Marsano señor” Casi le escupo al policía, pero mi paciencia aun no explotaba. Salí de la comisaria caminé una cuadra y mi mamá me convenció de volver y decir que haremos otro trámite una vez adentro ya cambio mi versión. Entramos esquivando al policía de la puerta y llegamos a un cuarto donde había mucha gente y policías en mesas atendiendo civiles, “vengo a denunciar un asalto” le dije a un policía joven y rapado. “¿Cómo fue?” me subieron a un carro y ahí me sacaron mi mochila y me quitaron mi celular y luego me dejaron por el Teatro Marsano” Se fue a preguntar a su superior y se acercó a decirnos de manera insegura. “Entonces es secuestro señor, tiene que ir a la otra oficina donde es secuestros aquí vemos asaltos.” Llegué a Secuestros “vengo a denunciar un robo con secuestro” le expliqué lo sucedido. El policía era moreno y base 5 probablemente, “Esos de robo no quieren chamba y te han mandado para acá. Porque eso no es secuestro, solo te han robado.” y le dije, “Solo quiero hacer una denuncia, sé que no recuperaré mis cosas, pero necesito el papel para hacer unos trámites, nada más.” El Policía comprendió el asunto y no quería complicarse. Abrió su libro empastado tamaño oficio a rayas y le hizo con lapicero rojo un margen cuadriculado a la hoja con ayuda de una regla rota y empezó a tomar nota de la denuncia.
Policía: “¿Dónde pasaron los hechos?”
Yo: “Salía de mi departamento y estaba caminando por Villarán, en la cuadra 1 con mi mochila …”
P: “¿Eso por donde está?”
Yo: “Es por la 19 de Benavides en Miraflores”
P: “¿Dónde ibas?”
Yo: “A Sturbucks, a tomar un café y hacer unos trabajos en mi laptop”,
P:“ ¿Dónde dijiste?”
Yo: “Starbucks …" Veo que el experimentado policía tenía problemas para escribir, se lo deletreo pero no me entiende y pone “Starbukce.” En mi mente dije: “Qué me importa, solo quiero salir de aquí.” Y empieza a escribir el moreno dictando en voz alta: “Se dirigía a su centro de trabajo” y le aclaro que no es mi centro de trabajo.
Yo: “Solo iba a tomar un café ahí.”
P: “Pero ¿No dices que llevabas tu laptop para trabajar?”
Yo: “Es un café”
P: “Pero ahí harías tu trabajo ¿Verdad?”
Está bien, pensé respirando profundamente, qué importa total ese dato es irrelevante para los de Claro y Saga. Pero mi paciencia estaba a punto de explotar con la siguiente pregunta: “¿Hace cuánto tiempo que laboras ahí?” Me empezaba a palpitar el ojo izquierdo, me empiezo a frotar la sien y sonrío diciendo “Ya le dije que es un café donde voy con mi laptop libremente, no es mi centro de trabajo.” “¿Y desde cuando vas a tomar cafés ahí con tu laptop?” No sé, póngale 2 años o más. “Labora ahí desde hace 2 años” decía el moreno en voz alta mientras tomaba nota. Quería golpearme la cabeza contra la pared. Suena racista pero; Ramón Castilla ¿Estás viendo lo que has hecho? Este negro no es más bruto porque le da flojera.
Llegó un policía que al enterarse de lo que me pasó empezó a dar una charla de secuestros a mi mamá y mi amigo que esperaban. Mi mamá le seguía la corriente. Pero en su discurso dijo algo interesante, sobre la existencia de una banda que robaba a los jóvenes por el Metro de la Av. La Molina, robaban por ahí en una Station Wagon a jóvenes que pasaban por ahí debido a que esa zona está llena de universitarios con laptops. El moreno seguía tomando nota de mi denuncia y declaración, “¿Por dónde te dejaron?” “Por el Teatro Marsano que está cerca a Petit Thouars” El negro colgó cerebro mientras escribía, tenía problemas para escribir “Petit Thouars” y había escrito Marsano con Z. Oswaldo debería poner su letrero de “Teatro Marsano” más colorido quizás. Nadie escribe Saga Falabella con Z por ejemplo por tanta publicidad “HOT”. Le dicté como escribir para evitar más errores, suficiente con “Starbuckce.” Imagínense si le decía Toulouse Lautrec o Le Cordon Bleu, probablemente le daba la chiripiorca o entraba en convulsiones. Petit Thouars es difícil quizás pero es la calle que está a la esquina de la comisaria y es un policía que se encarga de tomar nota de las denuncias. Para imprimir mi denuncia se demoró porque puso dos hojas y un papel calca entre ambos, su ruidosa impresora que tenia lista 1 página cada dos minutos se atascó. El fluorescente empezaba a fallar. Veía el monitor de la computadora en verde. Pobre Policía Nacional con razón coimean no los culpo.
Al día siguiente me entregaron mi denuncia. Fui a Claro con ella, ahora tengo otro celular con el mismo número. Fui a Saga me devolvieron la garantía y me llevé una nueva laptop con mayor memoria RAM y más disco duro que la robada. Encima me obsequiaron una impresora. Como dije, lo material se puede reponer. Me pongo a pensar en la gente indiferente pero como al menos los secuestradores me dieron para mi pasaje, solo faltaba que pidan que los llame para saber si llegué bien. En los policías poco capacitados, sin recursos y con pocas ganas de ayudar al rebotar los casos a otros. En la inseguridad de las calles.
Mis amigos más cercanos ahora tienen el número de mi mamá y de mi casa en caso de emergencia, porque en esos casos acudes a tus amigos. Debería yo tener el de los padres de mis amigos. Este relato no es una queja, solo es una observación de cómo son las cosas en Lima.