Recuerdo cuando tenía 15 años y subí al avión listo para 5 horas de viaje, tenía mis audífonos listos para escuchar mi música, tristeza por abandonar algunos familiares y felicidad por ver a otros. Me senté al lado del pasillo y a mi costado un extraño. Me hizo conversación cuando me saqué los audífonos por un momento para cambiar las baterías de mi reproductor de ese entonces. Entre preguntas que uno consideraría normales y diplomáticas para alguien que recién conoces, surgió un comentario del señor cuarentón. “No veo las horas de llegar a mi casa y aplicarme un enema para dormir relajadito” Mi mirada fue pasmada por unos tres segundos. Creí haber escuchado mal. Pero el señor luego me preguntó si yo solía hacer eso. Le dije que no, me puse mis audífonos fingiendo que estaba escuchando algo de música para de esa manera dejar de conversar con él. Qué tipo para más raro. Conversar sobre sus enemas con alguien de 15 años que recién conoces en un vuelo.
En todo el mundo hay gente extraña, un amigo una vez me comentó como anécdota que un cliente se acercó a su módulo para solicitar ser atendido por la máxima autoridad en la agencia. Como todo trabajador que sabe hacer su trabajo primero pidió una explicación más detallada del por qué tenía esa necesidad. Este señor miró a su alrededor primero y se acercó a su oído y dijo susurrando: “Es personal” dando una mirada queriendo sembrar el misterio y lo estaba logrando. Luego mi amigo convenció al misterioso hombre que revelara el hecho personal. Ahora el señor miró nuevamente a su alrededor debido a que podrían escucharlo. Y tocándose la cabeza con el índice dijo: “Aquí tengo el CHIP”. Estaba vez tenía una mirada seria, convencido que la noticia que acababa de dar haría que mi amigo corriera donde el superior a darle esa valiosa información. Pero mi amigo solo podía tener esa mirada de desconcierto ante tremenda huevada que decía. Le advirtieron que el señor estaba loco y siempre venia a la agencia. Que lo mande a la agencia principal nomás y le siga la corriente.
La psicología me parece muy interesante, de chiquito yo me acercaba a los locos de la calle y les hablaba. Mi mamá le tenía terror a los locos pero a mi me parecía curioso escuchar las incoherencias que decían. No sé si el loco era yo quizás. Solo sé que en la calle uno puede encontrar de todo. Como la viejita que no quiere que hablen por celular en las combis y si escucha que hablas te insultará. Si la ven la saludan de mi parte. Les dejo el video para que la reconoscan.
3 comentarios:
El chip que capta las ondas electromagneticas del aire! HAHAHA!
Locos hay en todas partes, como yo, que quien sabe como di con tu blog y me lei un par de entradas xD
Bastante bien para ser un peruvian xD
Saludos chico del país vecino ;D
Yo también me acercaba a hablarle a los locos de la calle!!
...y cuando me veían se iban corriendo ¬¬
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