domingo, 22 de noviembre de 2009

Ladrón que roba a ladrón


¡A mí no me importa papá de quién seas! Sale una viejita en camisón bien achorada defendiendo lo suyo. No la culpo, pues en este país hay que estar a la defensiva. Hace un tiempo alguien denunció el robo de un pulmón, acusando a los peruanos de rateros y luego dijo que había aparecido el pulmón. Nos dejó a los peruanos como rateros y luego como rateros que se arrepienten. Yo le hubiera aconsejado que se roben algo más original, por ejemplo un pene o una teta. Ahora sería conocida como la roba penes o la roba teta. “La roba pulmón” suena feo.

La gente se escandalizó, como viejas de callejón a quienes se les gritó chismosas. El Perú es un país que se caracteriza por su honradez. Nuestros presidentes son ejemplos de honradez y gritan irónicamente a todo pulmón “¡Soy  inocente!.” Así también los congresistas y ministros. A lo Laura Bozzo tendría que pedir a Waicoloro que me suelte el video y saldrían los Vladivideos , los Petroaudios y los reportajes de trabajadores ficticios.

Tenemos gente que roba cable, los que roban luz, los taxistas que cobran más a los turistas y a los que tienen cara de tener plata, cuando pueden cobrar mucho menos. Todos roban alguna vez me parece, al comprar piratería robamos algo a alguien. No dejamos nuestro auto sin seguro porque nos roban, no dejamos nuestra bicicleta afuera sin candado porque nos la roban, guardamos nuestras cosas en el gym con llave, robamos internet con wireless. Se robaron el felpudo del edificio, se robaron una copa en la boda, se roban mi laptop. Veo autos sin el logo de su marca, se los robaron y los venden en la cachina. Pediríamos que alguien haga algo pero la policía está ocupada dirigiendo el tránsito de manera muy eficiente robándonos tiempo mientras todos con sus bocinas les mandan saludos a sus madres.

No defiendo a Susan, pero pienso que en algún momento todos le creímos y es que no era difícil de creer algo así. Luego se verá si mintió o no. De ser culpable pienso que debe amarrársele a un poste del tren eléctrico, que es un monumento a la honradez, con su cartel de mentirosa. Justicia popular. Tampoco digo que los peruanos seamos todos rateros, pero tampoco tratemos de decir que los peruanos no tenemos malas costumbres a veces. En todo el mundo existe ese problema.