sábado, 15 de noviembre de 2008

Envejecer en Lima

Ayer fue mi cumpleaños, me agrada mi edad, pero me pongo a pensar si quiero envejecer aquí en la capital de la piratería. Ser viejo, porque esa es la palabra ofensiva o no, en el Perú es muy particular. No me gustaría usar el pantalón arriba del ombligo con una correa que tiene como hebilla la inicial de mi nombre esperando ser atendido por la lenta cajera del Banco de la Nación para que me den mi pensión que equivale a una noche tranquila de juerga de Omar Machi. Tener que ser el que se queja en la combi enfrentando a un oloroso cobrador y un chofer con poco sentido de auto conservación. Detestaria tener que ir a programas concursos y menearme de manera sinvergüenza y tirando mi dignidad y honor al piso para que me den una cocina surge o una plancha de papel higiénico en el programa donde premian a "la estrellita de mi barrio". No quiero ir con pitos y matracas coloridas a una huelga en el centro de Lima exigiendo el cumplimiento del decreto ley 453012 en el cual se otorga a los pensionistas 10 soles de aumento. No sé si me pondría a escuchar radio felicidad que en realidad debería ser radio tristeza, porque la música que ponen no es para alegrarse. La impotencia sexual seria como estar vegetal, no le encontraría sentido a la vida. Siendo impotente ya no podría disfrutar de las calatas en el "Chuculúm" o de mi calendario caliente de las malcriadas que me regala mi diario "El Trome". Ya no podría encontrar trabajo y solamente me quedaría ser taxista y recibir insultos de todo calibre por la gente estresada de la hora punta. Tendría que ir a misa ya que estando más cerca de la muerte seria mejor estar bien con la religión en caso sea verdad todo lo que antes no creía. Pero por otro lado tendría ventajas, como el asiento reservado, sentarme adelante así mi muerte es más que segura en caso de choque. En el cine pagaría menos, lo malo es que probablemente a la mitad de la película me quede dormido o mi incontinencia urinaria me obligue a salir de la sala. Bueno desde ahora creo que trataré mejor a los viejitos porque pensándolo bien su vida no es muy divertida aquí. No, ¿A quién miento? Me iré a Miami cuando sea viejo y me broncearé como la vieja de la pelicula "There's something about Mary" usando mi tangita de leopardo.

4 comentarios:

Evelyn dijo...

jajajajajjaja yeeeee te inspiraste ;) aunque pobres los viejitos terminaron perdiendo!!!

Anónimo dijo...

jajaja les diste con palo a los pobres ancianos jajaja!! .. pero es la verdad!! .. FELIZ CUMPLE fan de eusebio chato grados! jajaja

Anónimo dijo...

hey tienes q leer el cuento "COMPROMANCIA" de Ruben Fonseca, es alucinante!!

Unknown dijo...

jaja..no seas malo tio...te ves cobrando pension en el BN?...minimo en afp Profuturo, no? jajaja

Un abrazo.